Páginas

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Qué debemos tener en cuenta en la toma de decisiones? Pautas para los niños con TDAH.

El proceso de toma de decisiones es un aspecto primordial en el desarrollo de cualquier persona. Debido a que los niños con TDAH tienen afectaciones graves en la zona prefrontal del cerebro, provoca que su capacidad para desarrollar el autocontrol, controlar su conducta o plantearse metas a largo plazo se vean afectadas. Estos, y otros aspectos como el uso del lenguaje interno como autoguía, analizar las situaciones que experimentan, contar con una motivación interna, etc. provocan que presenten dificultades y errores a la hora de tomar decisiones, lo que les lleva a cometer actos de los que pueden arrepentirse una vez vean las consecuencias que han tenido.
Por ello, es para nosotros un aspecto fundamental el desarrollar actividades que enseñen a los niños pautas adecuadas para la toma de decisiones, ya que es una habilidad que deben poner en práctica en su día a día en multitud de situaciones diferentes, tanto en el ámbito escolar, como social y familiar. Por supuesto que, nuestra meta final, es formar niños autónomos de adultos, que sepan tomar decisiones coherentes, empáticas y adecuadas a cada situación.
Aunque es complicado, esta es una habilidad que con trabajo, tesón y esfuerzo puede restructurarse e incluso normalizarse. Para ello, es necesario que su trabajo sea continuo, que los niños con TDAH conozcan la importancia que tiene el uso reflexivo de sus impulsos, para ser capaces, ahora y en un futuro, de tomar decisiones correctas.


Entre las pautas y estrategias que queremos inculcarles y que pongan en práctica encontramos:
  • El control de la impulsividad: primordial para cualquier niño con TDAH. Despertar en ellos la necesidad de pensar antes de actuar, de calibrar las situaciones ante las que se encuentran, de forma que sean capaces de prever las consecuencias que pueden tener sus actos.
  • Desarrollar el autocontrol: aspecto muy relacionado con la impulsividad. Es necesario que sean capaces de controlar sus conductas actuando de una forma reflexiva, adecuando sus comportamientos a las diferentes situaciones sociales en las que se encuentren y gestionando la impulsividad.
  • Posponer las gratificaciones: los niños con TDAH demandan y necesitan refuerzos inmediatos a sus conductas, tantos positivos como negativos. El proceso de aplazar estos reforzadores o gratificaciones va unido de la madurez, de aprender a ser pacientes y pensar en las recompensas futuras y no tanto en las inmediatas. En esta actividad se hace mucho hincapié en este aspecto, en la importancia de pensar a largo plazo, en asumir que acciones llevadas a cabo en el presente, que no reciben una gratificación inmediata, nos hacen conseguir recompensas futuras (pospuestas) con las que valoraremos el esfuerzo anteriormente llevado a cabo.

Desarrollo de la actividad.
La actividad está recomendada para niños de 8 a 12 años, por el tipo de material empleado, tanto el vídeo como la presentación. En la realización de las actividades se ha tenido muy presente el rango de edad de los niños a los que está dirigida.



Esta actividad comenzará con el visionado del vídeo `El huevo o la gallina`, cuyo argumento principal es la toma de decisiones. Apoyándonos en él, realizaremos preguntas para analizar el vídeo poco a poco, ir desmigando los pasos que da el cerdo en el vídeo, para extraer toda la información relevante de él. Para ello realizaremos unas series de preguntas dependiendo de la parte que estemos realizando. Por ejemplo:
  • Evidentemente, ha habido algo que ha cambiado al cerdo, ¿qué ha sido?
  • ¿Qué le ha ocurrido?
  • ¿Qué sentimientos ha ido presentando el cerdo?
  • ¿Y la gallina?
Este es un vídeo muy completo, en el que podemos analizar emociones de los personajes, de manera de desarrollamos su identificación y la empatía, concepto que también trabajamos en la actividad a través de preguntas, imágenes de los personajes para que identifiquen y expliquen lo que están sintiendo, etc.
La toma de decisiones es el eje central sobre el que versa la actividad, por lo que nos centramos en ella en dos actividades concretas. En la primera recordamos teóricamente qué es la toma de decisiones, en qué situaciones han tenido ellos que hacerlo, etc. Es muy importante para nosotros que los niños se expresen, que analicen las situaciones que han vivido y como se han desarrollado los acontecimientos, porque de esta manera ven y se hacen conscientes de los errores que han podido cometer y contemplan alternativas que podían haber desarrollados.
A partir de esta última reflexión, engancharíamos con la siguiente actividad centrada en la toma de decisiones; elaborar una lista de pautas, pasos, estrategias a seguir, etc. para poner en práctica a la hora de tomar decisiones. Evidentemente deben ser ellos, guiados por los educadores, quienes debatan y analicen cuáles son los pasos que deben dar, que estrategias para controlar la impulsividad y reflexionar pueden poner en juego para llevar a cabo la mejor toma de decisiones en cada situación. Se trata, como siempre, de hacerlos partícipes de sus aprendizajes, de forma que será mucho mejor para ellos ya que se sienten parte del proceso, asimilan mejor los conceptos y se sienten más realizados.
Para concluir, recurriremos a la asertividad, concepto trasversal implicado en esta actividad. Analizaremos su significado, por qué es importante contar con una actitud asertiva y que beneficios nos reporta.

Rocío Meca Martínez.
Maestra Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.

Fuente:  http://www.fundacioncadah.org/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios, con ellos nos enriquecemos todos.